CÓMO AFECTA LA SUBIDA DEL EURIBOR EN LAS HIPOTECAS
El poder adquisitivo de los españoles se ha visto reducido notablemente por múltiples factores como una inflación desbocada, el precio elevado de los combustibles y de la electricidad.
El euríbor, el índice utilizado como principal referencia para fijar el tipo de interés de los préstamos hipotecarios concedidos por las entidades de crédito españolas, cerró marzo en su nivel más alto desde junio de 2020, en el -0,237% y según los expertos, este índice seguirá subiendo. Ante este nuevo escenario de un euríbor más cerca del positivo, los bancos han sacado su artillería pesada y ya ha comenzado una guerra de oferta hipotecaria.
La mayoría de los propietarios españoles están acogidos a las hipotecas de tipo variable, en las que el Euribor es el indicador utilizado para consultar la cotización y la cuantía que se deberá abonar a la entidad financiera. Por tanto, las cuotas mensuales varían dependiendo de si lo hace este indicador, por ello las cuotas de este tipo de préstamos hipotecarios se encarecerán, incluso llegando a aumentar hasta los 360 euros al año.
A pesar de que el Euribor continue en una tendencia negativa desde febrero del año 2016, situándose el pasado mes de marzo en un -0,251% (una décima más que en febrero), está haciendo que esta se acerque más al cero y a valores positivos. En este sentido, se traduce inevitablemente en el encarecimiento de la cuota de la hipoteca, y que puede oscilar entre los 15 y los 22 euros mensuales.
Por tanto, si el euríbor está bajo, se pagarán pocos intereses a lo largo de toda la vida de la hipoteca, mientras que, si está alto se pagarán más intereses. No obstante, en lo que al préstamo fijo se refiere, en esta hipoteca se paga siempre la misma cuota: desde la primera mensualidad hasta la última.
Esta situación ha hecho que sean muchos los propietarios que se planteen si es conveniente pasar de una hipoteca variable a una fija. Este es un trámite “relativamente sencillo” y que, además, en la actualidad las hipotecas fijas están “más baratas que nunca”. Tanto es así que hasta 70% de las hipotecas son a tipo fijo, según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
¿Como pasar de una hipoteca variable a fija?
NOVACIÓN
Esta forma permite al propietario que se modifiquen las condiciones del contrato de la hipoteca como cambiar la hipoteca de tipo variable a fijo. Esta es la opción más sencilla y recomendable, ya que lo único que será necesario es que el interesado se ponga en contacto con el banco con el que se tiene contratada la hipoteca y plantear la operación. Este cambio mediante novación supone una comisión de 0,15% durante los tres primeros años de hipoteca.
SUBROGACIÓN
Esta alternativa supone que el propietario cambia la hipoteca de la entidad financiera actual a otro banco diferente. De esta manera, se pueden volver a formular los términos de la hipoteca sin mayores problemas. A pesar de que la comisión por subrogación es idéntica a la de novación (0,15% hasta los tres años y 0% a partir de esa fecha), en este caso habrá que sumarle el coste derivado de la tasación de la vivienda, que puede ir desde los 300 hasta los 600 euros aproximadamente, ya que es un paso indispensable para poder hacer el cambio mediante esta vía con otra entidad bancaria.
CANCELACIÓN
Y por último, para pasar de una variable a una fija es cancelar la hipoteca actual y abrir otra nueva, en la que el tipo de interés sea fijo en vez de variable. Esta opción es la más recomendable, no solo si se quiere pasar de variable a fija, sino si también se quiere realizar una ampliación de esta. No obstante, la comisión por cancelación puede llegar a suponer hasta el 1% del precio de la hipoteca y además habrá que sumar los gastos e impuestos asociados a la nueva hipoteca.
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